“España está perdiendo el tren fotovoltaico”
Es la denuncia de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) cuando se cumplen dos años de la entrada en vigor del Real Decreto 1578/2008, la norma que cambió las reglas del juego para el sector fotovoltaico después de que éste instalara en los nueve primeros meses de 2008 casi 2.700 MW. En los dos últimos años, según los datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), se han instalado 94 MW. “El mercado fotovoltaico español languidece”, afirma ASIF, mientras en Alemania, Francia o Italia “el crecimiento es firme y constante”.
Las estadísticas de la CNE indican que en 2009 y 2010 en España se han instalado 94 MW. Estos datos no resisten comparación con el entorno europeo. En 2009 en España se instalaron 5 MW, en Francia 185 MW, en Italia 730 MW y en Alemania, líder mundial indiscutible, 3.800 MW. En este 2010, mientras que el mercado español -extrapolando los datos más recientes de la CNE- rondará los 100 MW, en Francia se instalarán 500 MW, en Italia 1.500 MW y en Alemania 7.000 MW, según el rango más bajo de las estimaciones de la European Photovoltaic Industry Association. España de ser locomotora ha pasado a furgón de cola y parece a punto de descarrilar.
Para ASIF la “destrucción” del mercado fotovoltaico se explica por “la falta de apoyo por parte del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITyC), la incertidumbre regulatoria y la presión de ciertos lobbies”. La traducción de lo que está sucediendo, asegura esta asociación, es que su valor “cayó un 98,5% en 2009 y la actividad está siendo prácticamente nula durante 2010”.
La industria solar fotovoltaica está compuesta por unos 50 fabricantes que, según los datos de ASIF, operaron en el mejor de los casos al 25% de su capacidad durante el año 2009 y tuvieron que exportar el 75% de su producción ante la inexistencia de mercado interior. En términos de empleo, desde septiembre de 2008 se han perdido unos 30.000 puestos de trabajo, alrededor del 90% de los temporales y el 30% de los fijos, asegura la patronal.
Todo esto está sucediendo con una tecnología que reduce sus costes con rapidez. “Las tarifas”, asegura ASIF, “se han reducido una media del 34,3% desde 2008 -el 41,3% para plantas en suelo- y el Gobierno está planteando bajadas extraordinarias del 25% al 45% de un modo inmediato. De producirse estas reducciones adicionales, ciertamente excesivas, las tarifas habrían bajado una media del 56,9% (el 68,5% para plantas en suelo) en apenas cuatro años”. Estos datos garantizarían que la fotovoltaica se convertirá en una tecnología más barata para los consumidores en muy pocos años, a mediados de la década actual. “Con la Paridad de Red, será más rentable para ellos el producir y autoconsumir la electricidad generada por sus propios paneles solares que adquirir la energía a las compañías eléctricas”. El problema, dice ASIF, es que antes de llegar a ese punto ha comenzado la destrucción del tejido empresarial que tendría que responder a esa demanda.
Ante esta situación, y con la propuesta del Ministerio de Industria de una regulación que ASIF entiende “más restrictiva, que puede terminar de tirar por la borda todo el esfuerzo y toda la inversión realizada hasta la fecha”, esta asociación reclama a “Industria, al resto del Gobierno y a todos los grupos parlamentarios, un rápido golpe de timón que permita al país recuperar la senda perdida y volver a encabezar el desarrollo internacional de la más social de las tecnologías de generación que, sin duda, será una de las referencias de los próximos años”.