Parecen producto de la imaginación, y realmente lo son, pero no sólo existen en el reino de la fantasía. Estos increíbles autobuses eléctricos parecen salidos del sueño más verde, pues no producen gases contaminantes y han sido diseñados para recargar sus baterías en cada parada.
El modelo está rodando de forma experimental por las calles de Hong Kong, una ciudad polucionada hasta la méduda, por lo que todavía se agradece más que no emita gases, ya que funciona por completo con electricidad.
Desde su reciente puesta en servicio, este vehículo, el primero de su tipo, se basta y se sobra para recargarse en tan sólo tres minutos, tiempo durante el que consigue una carga que le permite recorrer 5 kilómetros. Pero aún hay más, porque tras esta primera recarga, las siguientes sólo son de 30 segundos, y cada una de ellas le permite rodar un kilómetro más.
La compañía de autobuses Kowloon ha desarrollado el prototipo a instancias del gobierno chino, que ha pagado dos millones de yuanes (alrededor de € 217 000) a la empresa para conseguir un autobús de recarga rápida.
En la práctica se está demostrando que los treinta segundos son suficientes para recargarse mientras los pasajeros suben y bajan. Por lo tanto, si sigue portándose así de bien, el modelo irá sustituyendo al resto de autobuses, con el objetivo de mejorar la penosa calidad del aire en la ciudad.
