La Fundación Renovables se lanza al debate energético sin más ataduras que su apuesta por las energías limpias


La presentación en sociedad de la Fundación Renovables, celebrada esta mañana en Madrid ante un nutrido grupo de periodistas, ha servido para destacar su carácter independiente, como movimiento ciudadano al margen de empresas o entidades, que sólo busca acelerar el cambio de modelo energético.

“Un país con energía es un país con futuro”, ha comenzado diciendo el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva, como queriendo resaltar enseguida la importancia de lo que el grupo impulsor de esta iniciativa se trae entre manos.

Flanqueado por los tres vicepresidentes –Domingo Jiménez Beltrán, Fernando Ferrando y Pepa Mosquera– García Breva ha mostrado su perfil más político (fue diputado por el PSOE y director general del IDAE durante la primera legislatura de Zapatero) para denunciar la falta de planificación energética que sufre España desde hace dos décadas, y que está en el origen de muchos de los problemas que afectan al sector.

Y ha reclamado la aceleración del cambio de modelo energético para que España no pierda el liderazgo en renovables frente a los pasos atrás del Gobierno en el camino hacia la sostenibilidad energética con sus últimas medidas y con la campaña de desprestigio de las renovables que ha encabezado el Ministro de Industria. “Sólo en el último año ha habido hasta tres propuesta de mix energético que han ido marcando rebajas constantes en el papel destinado a las renovables, que han pasado de un 22,7% de consumo final bruto de energía al 20,8% para el año 2020”, apuntó. “La política energética tiene que tener más visión que los mercados, y eso se logra con voluntad política”.

Domingo Jiménez Beltrán, ex director de la Agencia Europea de Medio Ambiente, esgrimió un documento de la propia Agencia para recordar que Alemania tiene cuatro veces más potencia fotovoltaica instalada. “¿Por qué Alemania, con más de 15.000 MW no se ha pasado [de la raya] y España sí? Porque no ha habido un marco regulador adecuado”.

Perdiendo fuelle
Para Javier García Breva, “en España se está produciendo la primera experiencia mundial del cambio de modelo energético”, lo que se traduce en fuertes resistencias por parte de las empresas y los sectores que pierden cuota de poder. Pero sigue faltando política energética, sigue faltando planificación para entender que “el mayor consumo de combustibles fósiles incrementa su precio, incrementa la inflación, es malo para cualquier economía. Por el contrario, el incremento de renovables sólo va a producir una constante reducción de los precios de la energía”.

Fernando Ferrando se ha referido a las consecuencias de la mala regulación. “Hace unos años éramos líderes tecnológicos e industriales en eólica, fotovoltaica o termosolar. Y lo que hemos conseguido con estas señales regulatorias cambiantes y de tendencia negativa es que muchas empresas punteras empiecen a decaer. Y el empuje tecnológico y la reducción de costes que conlleva se están perdiendo. Y la esperanza en la economía sostenible de la que tanto habla el Gobierno también se ha perdido”.

Movimiento ciudadano
La Fundación Renovables nace como un movimiento de la ciudadanía, ya que ninguno de sus miembros fundadores participa en representación de las empresas o entidades en las que trabajan, y con vocación de tener una base social muy amplia. Tanto el Patronato como el largo centenar de socios protectores con el que ya cuenta, tienen —en la mayor parte de los casos— una amplia experiencia en el sector energético y muy distintas procedencias: tanto del mundo empresarial, como de la Administración, del mundo sindical, de las organizaciones ecologistas, del ámbito académico o de los medios de comunicación.

El objetivo fundamental de la Fundación Renovables es sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del ahorro, la eficiencia y las renovables como principios básicos de la política energética y sobre la necesidad de implantar y asumir un nuevo modelo de comportamiento frente a la energía. “Pero también —ha dicho García Breva— pretendemos ser un interlocutor con voz propia en el debate energético, vamos a confrontar nuestras ideas, nuestros planteamientos con todos los actores del sector en todos los foros posibles”.

La Fundación lamenta que desde algunos ámbitos se dé la impresión de que “ya hay demasiadas renovables” cuando en realidad todavía estamos muy lejos de cumplir nuestro compromisos de reducción emisiones del Protocolo de Kioto y seguimos siendo el país con una mayor dependencia energética del exterior. “El reto que tiene España —dijo Domingo Jiménez Beltrán, vicepresidente de la Fundación— es abordar de manera urgente estos dos problemas para anticiparse a futuras crisis energéticas, que tendrán lugar en todo el mundo por problemas de suministro de combustibles fósiles y por los impactos derivados del cambio climático y debemos
convertir la necesidad en una oportunidad”.

La nueva entidad reclama una política de precios que internalice los costes reales de todas las fuentes, que contemple los retornos socioeconómicos positos de las renovables, conceptos ambos que hoy se ignoran en el debate. La Fundación reclama también unas medidas eficaces de ahorro y eficiencia energética, la integración de las renovables en la edificación, el urbanismo y el transporte, como elementos que debieran conformar una diferente percepción social de la energía y una visión estratégica que mueva la voluntad política en la dirección del cambio de modelo energético que está en marcha y en el que España está a punto de perder su
liderazgo.

Corresponsabilidad en los incentivos
Como primera propuesta que aporta al debate, la Fundación Renovables presentó el pasado mes de junio, cuando aún estaba en proceso de constitución, un documento titulado “Corresponsabilidad en los incentivos para el cambio de modelo energético”, que ha sido asumido por diversas entidades del sector.

En esta propuesta la Fundación plantea junto a los objetivos para alcanzar la sostenibilidad del sistema energético la consideración de criterios de redistribución y equidad. Fernando Ferrando señaló que analizados estos objetivos, con una amplia referencia a la corresponsabilidad y desarrollo del principio de “quien contamina paga”, poniendo de manifiesto la necesidad de incrementar el desarrollo de las renovables y valorando la eficacia del sistema de primas, la propuesta plantea extender al conjunto del sector energético el esfuerzo económico necesario para el cumplimiento de la curva de aprendizaje de las tecnologías renovables. En la actualidad son los consumidores de electricidad los únicos que soportan el coste de ese necesario desarrollo y, por tanto, se propone que otros sectores como el gas o el petróleo soporten también este esfuerzo básico de una política energética sostenible.

Por último, Pepa Mosquera, señaló que la Fundación va a ser muy activa en su relación directa con la sociedad y entre las múltiples actividades de sensibilización que tiene prevista llevar a cabo la primer ha sido la puesta en marcha de la web que irá enriqueciéndose con nuevos contenidos y con su apertura a las redes sociales.

Más información:
María Fonseca, responsable de Comunicación